LESIONES Y PERSPECTIVA BIOMECÁNICA EN EL SCRUM: REVISIÓN DE LA LITERATURA
El objetivo de este artículo, es entregar la información recopilada en estudio “Injury and Biomechanical perspectives on the rugby scrum: a review of the Literature” (BJSM, 2014)
El rugby, al ser un deporte de contacto, se ha caracterizado por la alta incidencia de lesiones asociadas al trauma/contacto. Uno de los principales movimientos es el scrum, el cual ha sido estudiado por las comunidades de medicina deportiva, debido a las lesiones catastróficas de la columna que se puede llevar en esta etapa del juego.
En el siguiente artículo se revisará la epidemiología del scrum, la evidencia de los mecanismos específicos que producen las lesiones y se sintetizará la información de la biomecánica.
Aproximadamente entre el 6% y 8% de las lesiones en el rugby se generan en el scrum. Cuando se expresa la relación “lesión por evento” (propensión), las lesiones del scrum son las más altas en relación a cualquier otro evento de contacto, reportando 8.1 lesiones/1000 scrums. Teniendo en cuenta la gravedad, es lavfase que tiene el riesgo más alto de lesiones en relación a cualquier evento de contacto, con 213 días perdidos por 1000 scrums. Esto es aproximadamente el doble del riesgo por evento de lesiones en los tackles.
Hay una amplia variedad de lesiones que se producen en el scrum, desde desgarro y contracturas de gemelos, lesiones lumbares, de hombro y cuello. Los forwards de primera fila son los más propensos, sufriendo el 91% de las lesiones relacionadas a este movimiento. Un scrum efectivo requiere de un trabajo de los forwards para producir la fuerza y acciones coordinadas para asegurar la posición sobre la oposición. Se caracteriza por un alto impacto inicial que es seguido por la aplicación de fuerzas opositoras. Esto genera altas cargas biomecánicas en los jugadores. Independiente que en el último tiempo las lesiones en el scrum han disminuido, los estudios refieren que un 40% de las lesiones catastróficas ocurridas en el rugby, están relacionadas al scrum. Hay lesiones otras que se generan por microtraumas, y que a largo plazo se evidencian por degeneración en la columna, reducción de la movilidad y alteración en la propiocepción.
Lesiones catastóficas en el rugby
En muy raras circunstancias, una lesión en el rugby puede llevar a una parálisis permanente o muerte. Se evidencia una incidencia de 1-2/100.000 a 10/100.000 jugadores por año, catalogándose de igual o menor riesgo que otros deportes de contacto como son el hockey sobre hielo y el Fútbol Americano, y menor al riesgo de los motociclistas y peatones de ser atropellados y sufrir una lesión catastrófica. Hay evidencia que sugiere que el tackle se ha convertido en el evento que más lesiones de este tipo generan. En Sudáfrica durante el período de 1980-2007, el 45% de 126 lesiones graves de médula espinal fueron atribuidas a esta fase y 37% al scrum. En Australia durante 1997-2002, 9 de 23 fueron generadas en el tackle, 7 en el scrum y 6 por ruck/maul. En el período de 2008-2011 en Sudáfrica, 45 lesiones de médula fueron reportadas, siendo el 42% generada en el scrum y 38% en el rugby. Un estudio reciente en Gran Bretaña e Irlanda, en donde se estudiaron las lesiones de rugbistas sub 19, durante los años 1996 y 2010, refiere 36 casos de lesiones catastróficas, 13 asociadas al scrum comparado con las 17 generadas durante el tackle. La proporción del déficit neurológico completo en el scrum fue significativamente mayor que en las lesiones por tackle (61% vs 29%). Por lo tanto, se sugiere que las lesiones de la médula espinal ocurren de similar frecuencia entre en scrum y tackle, pero las lesiones de cuello generadas en el scrum tienen mayor propensión a ser más serias.
Lesiones catastróficas según la posición
Hay evidencia consistente que refiere que los forwards de primera línea, especialmente los Hoockers, tienen el mayor riesgo de sufrir lesiones importantes de médula espinal. El 83% de las lesiones de estos jugadores ocurren en el scrum. Los factores de riesgo en esta posición, se asocia a la posición de sus brazos, lo cual impide poder disipar y controlar las fuerzas del miembro superior y protección de la zona del cuello. En la tabla, se observan distintos estudios de las lesiones de médula según la posición.
Lesiones de médula no catastróficas
Las mayorías de las lesiones de columna son no catastróficas. La incidencia de ellas es aproximadamente 11/1.000 horas de juego y 0.4/1.000 horas de entrenamiento. La naturaleza de las lesiones depende de la situación, ya que durante las sesiones de entrenamiento tienen más tendencia a sufrir lesiones lumbares y durante el partido mismo, a sufrir lesiones cervicales. Durante el partido, el tackle es la causa del 37% de las lesiones de columna comparado con el 19% provocado por el scrum y el 17% por el ruck/maul. Focalizándonos en la columna cervical, el tackle se ve implicado en 52% de las lesiones, y el scrum en el 12%. El tacle es la mayor causa de las lesiones de columna cervical.
Degeneración Crónica de columna
La exposición mantenida de cargas mecánicas en estructuras musculo esqueléticas, induce a un daño submáximo, pero que a largo plazo generará lesiones crónicas. Se ha estudiado que los de primera línea reflejan en el tiempo degeneración prematura de la columna cervical, osteoartritis, desbalance muscular.
Mecanismos de lesión de columna relacionados al scrum
Hiperflexión de cuello: Se ha estudiado que uno error común es enfrentar el scrum con una pequeña flexión de cuello. Esto genera una eliminación de la lordosis normal del cuello, lo que genera que ante una entrada violenta y equívoca, la carga puede converger en el cuello y no en los hombros. Por esto, se habla de que el mecanismo que más produce lesiones a nivel cervical es éste, llevando a dislocaciones y bloqueo de articulaciones facetarias. Se ha estudiado también que los impactos perpendiculares a la columna cervical, disminuyen el riesgo de lesión comparado con aquellos en donde la orientación de la columna no es perpendicular a la superficie de impacto. El rol potencial del trabajo de fortalecimiento de la musculatura del cuello para generar protección, es limitado ya que la carga es tan alta, que no hay músculos que aguanten la fuerza. Ahora, hay estudios que refieren a que no es segura esta teoría, ya que es muy difícil evaluar en vivo el mecanismo exacto de lesión.
Biomecánica del scrum
La biomecánica ha sido investigada para prevenir y reducir las lesiones. En general, la literatura habla de dos fases: la de combate y la de empuje. Las fuerzas principalmente son de compresión, pero existen también fuerzas de cizallamiento. Un estudio observó fuerzas “hacia abajo” que pueden generar un momento desestabilizador, el cual puede ser resistido por la extensión de piernas de la primera línea, pero esta fuerza tiende a generar el colapso del scrum. Las fuerzas de cizallamiento laterales se ha estudiado que son ineficientes y a largo plazo pueden generar degeneración de la columna cervical. Es importante recordar que el poder y fuerza que hoy día existe en la fase de ataque del scrum, ha aumentado en los últimos 20 años producto de la combinación entre el tamaño y dinamismo de los jugadores.
Conclusión
La revisión da a luz que el scrum no representa más del 10% de las lesiones en el rugby. La mayoría de las lesiones que se generan en esta fase van de carácter moderado a severo, y la incidencia de lesiones catastróficas es baja. El 40% de las lesiones de médula espinal en el rugby son atribuidas al scrum (estos porcentajes son aproximados, ya que no ha sido posible rescatar la información de toda la población rugbista del mundo).
Hay otra información que ha emergido de las evidencias, que es la degeneración de la columna a largo plazo en los rugbistas, sugiriendo que el scrum juega un rol importantísimo en ella. Durante la fase inicial del scrum, la fuerza generada entre las dos primeras líneas se considera como una dirección con múltiples direcciones, las cuales pueden afectar negativamente.
Es necesario aumentar los estudios sobre el scrum, especialmente el registro de las lesiones generadas a nivel chileno, con el objetivo de nosotros mismos tener las estadísticas reales en relaciones a nuestro nivel y características físicas. Con esta información, podremos trabajar en la prevención de lesiones y así asegurar un juego más responsable para todos los actuales y futuros rugbistas.